Me reconozco como un “disciplinado” seguidor de Peter F. Drucker. Incluso, algunos años antes de tener conocimiento de sus teorías, mi estilo de management ya incorporaba algunos de sus principios. Por lo que, al descubrir sus teorías y enseñanzas sobre management, me sentí plenamente identificado con ellas y, desde entonces, no he hecho más que profundizar en las mismas.

En el post de hoy quiero resumiros cuáles son desde mi punto de vista los principios que rigen su sistema de management y por qué lo considero una magnífica guía para mi actividad diaria como directivo.

Pero antes, una pregunta que a lo mejor muchos os estáis haciendo.

¿Quién fue Peter F. Drucker?

Fue un consultor y profesor de negocios, tratadista austriaco, y abogado de carrera, considerado el mayor filósofo de la administración (también conocida como management) del siglo XX.

Y es verdad, pero es una forma muy fría de decirlo porque, ante todo Drucker fue un profundo reformador de esa filosofía de la administración, es decir, del management, disciplina ésta de la que es considerado uno de los padres fundadores.

De manera que se puede decir que hay un antes y un después de Drucker en la historia del management.

Para quienes tengáis curiosidad por su figura o queráis adentraros en su pensamiento, os recomiendo, para comenzar, la obra resumen publicada en 2011 The Essential Drucker y si queréis profundizar más, al menos estas tres obras:

  • Innovación y emprendimiento
  • La sociedad poscapitalista
  • Desafíos de la gerencia en el siglo XXI

Principios del Management de Peter F. Drucker

  • Descentralización: Peter Drucker señala que ni los recursos ni los resultados existen dentro de la Empresa. Ambos están fuera de ella. Es decir, lograr nuestros objetivos dependerá no de lo bien que hagamos nuestro trabajo, sino principalmente de que tengamos clientes / consumidores, o de que contemos con un marco regulatorio que permita nuestra actividad (aspecto político y legal). Esto obliga a llevar a cabo una política descentralizadora dentro de la compañía en función de las necesidades que, fuera de ella, deba captar cada empleado.
  • Las personas son el principal valor de la compañía: Lo único que no se puede copiar es el talento, por eso hay que invertir en él. Peter Drucker señala que en una compañía “No pasa nada hasta que alguien vende algo”, dado que a los propietarios o directivos sólo se les paga cuando los vendedores tienen éxito y los clientes están satisfechos. Por eso, aunque las ideas son importantes, el equipo y cada persona lo es más, porque el éxito o fracaso de la idea está en sus manos.
  • El trabajo del gerente es preparar a las personas para que logren los objetivos marcados: Cuando un nuevo miembro se une al equipo, es labor del directivo comenzar un proceso de capacitación y coaching para que la adaptación del empleado sea lo más sencilla posible. Después, el objetivo debe ser dotar de autonomía a cada trabajador y en especial a los vendedores para que logren los objetivos fijados, sin que el directivo deba estar vigilante o sienta la tentación de tener que recibir reportes cada poco tiempo.
  • Innova, pero no dupliques: Peter Drucker señala que no conviene inventar de nuevo la rueda y perder tiempo y esfuerzos en lograr un producto o software que ya existe y que nos puede ser útil como empresa. Los esfuerzos deben estar centrados en crear la necesidad en el consumidor y en vender, solo después en innovar. Y esa innovación no debe ser una innovación “rebelde”, es decir, adolescente: innovar por innovar, solo por pose o porque el concepto está de moda.
  • Una empresa es una comunidad humana: Cuando las empresas crecen, se corre el peligro de que cada departamento comience a actuar de manera autónoma. Para ello, la cultura empresarial es fundamental. Son los valores, la visión, los procesos y los éxitos compartidos (y comunicados) los que vertebran la compañía y aglutinan a los diferentes departamentos y equipos. Todos deben saber para qué trabajan, con qué objetivos y qué se está logrando gracias a su empeño.
  • La viabilidad de la empresa depende de los resultados y estos se obtienen aprovechando las oportunidades, no solamente resolviendo problemas o satisfaciendo necesidades.